Human after all

Desafortunadamente seguimos siendo humanos, no somos dioses....

Seguimos teniendo una de las características humanas más notorias, cometer errores, errores que nos afectan y afectan nuestro entorno, errores que te ayudan a crecer y errores que dañan a los demás , errores cuya magnitud determina el mal que podemos hacer.

En nuestras manos está el poder analizar en qué proporción tenemos permitido equivocarnos y que tan continuamente debemos hacerlo, medir el tamaño de nuestras equivocaciones y conocer los resultados que puede tener sobre otras personas, hacer un balance entre el peso de nuestros tropiezos y la recompensa que nos puede ofrecer, entre la enseñanza adquirida y el valor de los daños.

Existen pequeños errores y errores que se convierten en desastres, aquellos que denominamos simplemente equivocaciones y aquellos otros que se cometen deliberadamente con la intención de destruir a alguien o incluso algo en concreto, esos que conocemos y podemos evitar sin la necesidad de dejar que todo nuestra crueldad se derrame y terminé con la vida de alguien más.

Es cosa puramente de humanos también el saber elegir y tener la capacidad de conocer nuestros límites, de saber cómo controlar aquel instinto depredador que nos diferencia de los animales y es humanamente posible aprender a errar de manera correcta.